¿Y dónde quedó el Carnaval de Venecia?
Por Juan Antonio Ramírez Casillas
Sin lugar a dudas, me atrevo a afirmar que el Carnaval de Venecia es el rito de la cultura italiana que desata una de las más grandes expresiones de arte, pasión, creatividad e imaginación. Es a través de éste que se manifiestan sentimientos de renacimiento, cambio, regeneración y renovación en la vida de los Venecianos y de quienes compartimos el espíritu del ritual.
El Carnaval de Venecia
es una tradición que llama la atención de turistas italianos y de otras
latitudes de Europa y el Mundo. Año con año el pueblo Veneciano se esfuerza por
mantener la esencia del festejo y transmitir a sus visitantes la sensación de
libertad, de ser quién uno desea ser, de soltar los prejuicios y adoptar el
atuendo que acompañará durante el festejo a la máscara que colocaremos en
nuestro rostro para vivir esta fiesta. Así, el cambio y renovación fluirán por
nuestras entrañas. Pero… ¿Siempre ha sido ese el significado de nuestro
carnaval?
Un poco de historia
El Carnaval de Venecia “había revestido desde la época medieval un significado profundamente político, constituyendo no solamente un momento de liberación en vísperas de la Cuaresma, sino también la ocasión de afirmar la unión cívica y de involucrar en los rituales a los Venecianos nobles, ciudadanos y plebeyos en conjunto” (Bertrand, 2014).
Desde 1296, por edicto de la Serenísima (República de Venecia), el carnaval es considerado oficialmente como una Fiesta Pública, por lo que es desde esa fecha que podemos encontrar referencias al Carnaval. Desde entonces, han tenido lugar una serie de manifestaciones relativas a los festejos de la cultura carnavalesca asociados a celebraciones religiosas, por ejemplo: la Purificación de la Virgen María. Esta celebración religiosa fue introducida por el Papa Gelasio I en el siglo V en sustitución de las Lupercales (celebraciones paganas en honor al Dios de la Fertilidad). Otro claro ejemplo lo encontramos en la celebración de la Festa della Candelora, celebrada el 2 de febrero, en la que se bendecía de manera colectiva a las indigentes que estaban por contraer matrimonio, congregando a los diversos estratos de la sociedad con la participación del Doge di Venezia en turno.
De la misma manera, a
mitad del Cinquecento surge esta vieja tradición del Volo dell’angelo,
que inició con la aparición de un joven acróbata turco, quien valientemente caminó
sobre una larga cuerda por encima de la multitud eufórica que se había
congregado en Piazza San Marco para celebrar el carnaval. Este joven
caminó sobre la delgada cuerda hasta llegar al balcón de Palazzo Ducale
para mostrar sus respetos al Doge.
La conexión con el presente
La celebración de la Purificazione
di Maria Vergine será el antecedente del rito de la Festa delle Marie
(la cual forma parte del actual carnaval). Esta última es representada con la
selección de 12 bellas y jóvenes mujeres, quienes compiten por ser la María que
representará durante todo un año el cargo de la María del Carnevale. Al
año siguiente de haber sido elegida finaliza su encargo y la hacen subir al Campanile
di Piazza San Marco para que descienda con ayuda de una cuerda y arnés,
recordando así aquella vieja tradición del Volo dell’angelo.
El papel de las máscaras
El uso de las máscaras, como parte del disfraz que caracteriza las jornadas carnavalescas, garantiza el anonimato de los participantes que quieren dar vida a personajes célebres como los de la Comedia de Arte. Éstas son elaboradas por los famosos Artigiani Mascareri, cuyo oficio fue reconocido por estatuto de la Serenisima el 10 de abril de 1436, pero cuya existencia se remonta al siglo XIII.
La importancia de las
máscaras es tal que, en palabras de Falassi citado por O’Rourke (2015), “la
máscara es el símbolo del Carnaval, el Carnaval es el símbolo de Venecia, por
lo tanto, la máscara es el símbolo de Venecia”.
Tradicional, emotivo y digital…
Esta fue la consigna del Carnaval de Venecia en su edición 2021. Gracias a la Amministrazione Comunale di Venezia y a la Sociedad Ve.La. S.p.A. el Carnaval llegó a cada uno de los hogares venecianos, italianos y de todo el mundo, pues el evento fue transmitido a través de televisión abierta y por medio de las redes sociales marcando un parteaguas en la historia moderna del Carnaval de Venecia. Desde 1979 no había habido una ausencia física tal de carnaval, sino hasta este año (2021) a consecuencia de la pandemia por la Covid-19, que obligó a todo el mundo a mantener una distancia segura de las demás personas e implementar medidas sanitarias para evitar aglomeraciones. Constantemente los anfitriones de las jornadas de transmisión digital repetían a los telespectadores la frase: Tutti mascherati, tutti igienizzati e tutti tamponati.
Así es como culmina el 16 de febrero pasado la Edición Digital del Carnaval de Venecia, con un pequeño discurso emotivo del Asesor Turístico de Venecia, Simone Venturini “… La relación de Venecia con el mundo es insustituible… Por tal motivo tuvimos que reinventarlo todo para no dejar un hoyo negro en la historia de nuestro Carnaval… En los próximos meses viviremos una Venecia que renacerá, cambiará y se volverá a abrir al mundo…”.
Redactado para el Departamento de Italiano y Latín del Centro de Enseñanza de Idiomas de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México. "Por mi raza hablará el espíritu". UNAM 2021
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